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Siempre vamos a encontrar texturas

Las 60 vidas de Diego

Hijo de correntinos. Bonaerense de Villa Fiorito. Primer varón de Doña Tota y Don Diego. Hermano del Lalo y el Turco. El Pelusa para sus cinco hermanas. El primero que elegían en el pan y queso. La sorpresa hallada por Francis Cornejo. El líder de los Cebollitas. La mascota del primer equipo de Argentinos Juniors. El alcanzapelotas en la cancha de la Paternal. El fulbipibe que entraba en los entretiempos para hacer jueguito y entretener a la gente. El soñador que quería jugar en la Selección y ganar un Mundial. El fenómeno que Pipo Mancera presentó en Sabados Circulares. El suplente con la 16 en la espalda que debutó contra Talleres con apenas 15 años. El que jugó en la Selección del Flaco Menotti con 16 años. El que lloró por quedar afuera de la lista final para el Mundial 78. Goleador dos años seguidos del torneo argentino. El gordito que le hizo cuatro goles a Gatti en la cancha de Vélez. El capitán que logró el Mundial Juvenil en Japón junto a Ramón Díaz. El que estuvo a un paso de ser jugador de River Plate. El que firmó para Boca Juniors. El que tiraba paredes con Brindisi y el Mono Perotti. El campeón del Metropolitano 81. El pase record al Barcelona de España. El campeón de la Copa del Rey. El quebrado por el vasco Goicoetxea en un duelo con el Athletic Bilbao. La esperanza de España 82 junto a Kempes y Bertoni. La decepción de España 82. El consumidor joven de cocaína en las playas catalanas. El protagonista de la campaña antidroga televisiva española: “si te ofrecen droga, solo di no”.  La transferencia millonaria al Napoli. El que llenó el San Paolo durante su bienvenida. El que se empezó a pelear con el Norte rico defendiendo el Sur pobre. El que se peleó con Passarella. El que le quitó la cinta al Gran Capitán. El que anticipo a Gaetano Scirea en Puebla para empatar con Italia. El que recibió un castigo brutal frente a los coreanos. El que juró que picó de atrás después de un gol anulado contra el Uruguay de Enzo Francescoli. El que detuvo el mundo un domingo 22 de junio con una camiseta azul con números plateados. El que saltó mas alto que Shilton jurando que cabeceó la pelota. El que recibió el pase-gol del Negro Enrique para quedar mano a mano con el arquero inglés.  El que en los vestuarios del Azteca dijo que fue La Mano de Dios. El que nos vengó de los gurkas y se lo dedicó a todos los pibes de Malvinas. El que recibió un pase cortado de Burruchaga para anticiparse al belga Pfaff. El mismo que gambeteó a cuatro rojos para dejar a la Argentina en la final. El que fue marcado nada mas ni nada menos que Lothar Mattheus. El que frotó la lámpara y le puso un pase magistral para que Burruchaga corra hacia la gloria eterna. El que recibió la Copa del Mundo de manos de Joao Havelange para mostrársela a todos los mexicanos que alentaron a Alemania. El que se colgó del balcón de la Casa Rosada ante una multitud en Plaza de Mayo como si fuera Juan Domingo Perón. El que regresó al Calcio italiano para conseguir el primer Scudetto del Napoli en toda su historia. El que ganó la Copa UEFA con la squadra azzurra. El que fracasó en las Copas Américas de Argentina y Brasil. El que se sacaba fotos con la camorra napolitana. El católico que insultaba al Papa Juan Pablo II. El padre de Dalma Nerea. El padre de Gianina Minorah. El que se casó con Claudia, su novia de la juventud, en un Luna Park repleto. El capitán de Italia 90 que dejó afuera a Brasil en Turín junto al Pájaro Caniggia. Al que le atajaron un penal en la definición contra Yugoslavia. El que abrazó al Vasco Goycoechea.  El que metió el penal ante Italia. El que volvió a abrazar al Vasco Goycoechea.  El que insultó a todo el Estadio Olímpico de Roma mientras silbaban el himno nacional. El estafado por Codesal. El que rompió el llanto tras perder la final. El que volvió como un héroe a Buenos Aires. El que volvió a Italia como un villano. El doping positivo en un partido contra el Bari. El suspendido un año y medio por el fútbol italiano. El allanado por la policía antidroga en un departamento de la calle Franklin en Caballito. El que volvió al fútbol en Sevilla junto a Bilardo y el Cholo Simeone. El que insultó al Narigón porque lo reemplazó durante un partido. El que volvió al fútbol argentino con los colores de Newell’s. El que se recluyó en su quinta de Moreno. El que disparó contra las periodistas que hacían guardia. El que volvió contra Australia para salvar a la Selección del Coco Basile. El que se preparó como nunca para el Mundial 94. El que tiró paredes mágicas con Redondo y Batistuta. El que le hizo un gol a Grecia en el aniversario de la muerte de Gardel. El que tomó la mano de la enfermera norteamericana para ir al dóping. El que volvió a dar positivo en el control. Al que le cortaron las piernas. Al director técnico de Mandiyú y Racing. Al diez de Boca que volvió un día para el delirio de la Bombonera. El que iba a ser campeón con Boca. El que viajó a China con el equipo de Bilardo y Caniggia. El que perdió el título con Boca en las últimas fechas. El que se despidió oficialmente en un superclásico ante River en el Monumental. El que se tatuó el Che Guevara. El amigo de Fidel Castro. El asistente a la contracumbre del ALCA en Mar del Plata junto a Chavez, Evo y Lula. El protegido de Néstor y Cristina. El enemigo de Mauricio Macri. El padre de Diego Napolitano y de otros hijos en las cuatro latitudes del Globo.  El conductor de la noche del Diez. El panelista del Equipo de Primera. El danzarín del Bailando Sotto Stelle. El amante del golf. El agonizante en el Cantegrill de Punta del Este. El que estuvo mano a mano con la muerte en la Suizo Argentina. El director técnico en los países árabes y en México. DIEGO SIEMPRE DIEGO.

Tus 60 te encuentran en el lugar y el momento que merecés: un fin de semana en tu patria dentro de un estadio de fútbol.

Por juanpablomartinelli

Periodista. Una vez me dijeron: pibe, salí y conta lo que ves.